sábado, 28 de mayo de 2016

Ejercicio Luna Menguante

  Esta semana, a diferencia de las anteriores, está siendo particularmente distinta. ¿El por qué? El ver como la luz de la Diosa va menguando, cómo Noctiluca está empezando a sacar su lado oscuro, el no ver y sentir la fuerza de la la Luna Llena está sacando mi parte más sensible en cuanto a emociones se refiere.

 Esta semana me han afectado más algunas cosas y lo he notado, es como si sintiera que esa fuerza que noté la semana pasada ya no estuviera. Pero sí que está. Como dije la semana pasada, todas las Diosas tienen una parte más fría.

     Realmente no es que sea más fría, interpreto que nuestra Diosa Noctiluca me está mostrando su lado más serio, más sabio, más duro y reservado. Esto hace que la mire con más respeto, ya que aunque no vea su luz sé que está ahí. En nuestro camino, cuando dejamos de la ver la luz nos da miedo, pensamos que no podemos seguir y que debemos pararnos.

 No es así. En estos ejercicios estoy aprendiendo que aunque no vea su parte más brillante, aunque se vea a media luz su fuerza no es menor, si no mayor. Solo hay que verla de otra manera, a otro nivel más interior. Me ha demostrado que puedo buscarla cuando la necesite y escucharla, porque está.
 En la Luna Menguante siempre me he sentido más seria y pensativa, ahora veo porqué.

Como digo yo, las madres no solo somos buenas si no que a veces nos ponemos en nuestro sitio y así he visto yo a la Diosa esta semana, me ha hecho ver su parte seria, madura y respetable, y saber que estará ahí cuando necesite trabajar con ella.

     Comienzo a comprender de qué manera Noctiluca nos va marcando su ritmo, tanto a las personas como al resto de la Naturaleza. Creo que en esta fase de la Luna no se debe sembrar en el campo, nuestros antepasados ya sabían muy bien que tenían que mirar a la Diosa Noctiluca para saber qué tenían que hacer y cuando.

     Ya solo queda una fase lunar para terminar con este ejercicio, la semana que viene os lo cuento.

ULE

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